Encuentro con Alejandro Sanz

"La música no se toca"... Alejandro Sanz sí

Por Julieta Barneche



Alejandro Sanz visitó la Argentina en septiembre para promocionar su nuevo disco, "La música no se toca", que ya cuenta con el hit "No me compares". En su paso por el país, se hizo un tiempo para recibir a sus fans y tuve la suerte de estar allí.

Cien personas fueron las ganadoras del concurso "Meet & Greet con Alejandro Sanz", impulsado por la discográfica Universal Music. Sin embargo, en la puerta del hotel Faena había muchísimas más admiradoras. Y el artista madrileño nos saludó a todas.

La cita era a las dos de la tarde. La fila en una de las entradas del hotel era inmensa y continuaba doblando la esquina. La ansiedad corría por las venas con la expectativa de saludar al ídolo. Las horas pasaban, las ansias crecían y también un hilo de fastidio por la desinformación y la demora.


Alrededor de las cuatro, los organizadores dividieron la fila entre los ganadores del concurso de Universal Music y los clubes de fans. La desilusión creció: que no se podía entrar con cámara, que no va a firmar autógrafos, que es una foto grupal y salen de la sala.

Pero... ¿qué clase de concurso era este? ¿Uno donde se saluda al cantante de lejos, nos sacamos una foto entre todos y nos vamos? No, así no. Disimuladamente me guardé la cámara de fotos en el bolsillo de la campera y la ingresé al hotel de contrabando, pues nos hicieron dejar los bolsos en un rincón.

Otra media hora de espera en un pasillo exterior del edificio, donde nos dividieron en grupos de alrededor de veinte personas, desconocidas, por supuesto. El hastío colmaba mi mente con la sospecha de que vería sólo segundos a mi ídolo.

Finalmente, las puertas se abrieron y entramos ordenadamente. Alejandro estaba parado en el centro de la sala y se acercó a saludarnos y besarnos una por una. Su sonrisa y su simpatía iluminaba todo el salón y en ese momento ya no importaba la desazón anterior. Nos acomodamos para la foto grupal y luego... todas se abalanzaron sobre él para conseguir migajas de su cariño: alguna foto, alguna firma, otro saludo... Él respondió a todos los pedidos con toda la amabilidad del mundo.

Fotografié lo que pude, hasta que un guardia de seguridad me agarró por el hombro y me indicó la salida. Fue el momento en que retornó la furia y no tuve vergüenza en gritar "¡Pésima la organización, la verdad!". Pero en fin, esos segundos fugaces de rozar al ídolo no tienen precio. Y el afán del músico español en mantenerse en contacto con sus fans, tampoco. Por eso La música no se toca, pero Alejandro Sanz sí.



Periodismo Digital. Guillermo E. López.
Universidad Nacional de Quilmes. 

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1 comentario:

  1. Juli, perfecta definicion, me encanto! te vi ese dia y vivi con vos todo el manoseo que hubo con nuestro idolo , una verguenza total!

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